Blanca es ingeniera eléctrica uniandina y se ha desempeñado en casi todas las posiciones a las que una ingeniera pudiera aspirar. Su mayor aporte a la sociedad ha sido promover la igualdad de condiciones en las empresas donde ha trabajado. En los últimos años ha sido mentora de niñas y jovenes que quieren seguir sus pasos en la ingeniería.
Un poco de su historia
Estudió una carrera que no era muy común para las mujeres de su generación y eso la llevó a enfrentar algunas dificultades por cuenta de su género, aunque también supo aprovechar las ventajas de la diferencia. En el ámbito laboral, al principio le fue difícil convencer a los hombres de sus capacidades y conocimientos pero siempre excedió las expectativas, así que logró abrirle las puertas a otras mujeres que la sucedieron en las empresas donde trabajó. Sobre las ventajas, encontró que ser mujer le daba mayor apertura y facilidad en el trato con los clientes; facilidad en la ejecución de trabajos que requerían precisión y delicadeza; y en las organizaciones, un mayor grado de confianza.
Inicialmente estuvo trabajando en plantas industriales, luego pasó a posiciones administrativas y comerciales hasta llegar a ser CEO y miembro de juntas directivas. Esto le ha dado una gran visión de su carrera y de lo que una mujer puede llegar a hacer. Actualmente, está desarrollando proyectos en energías renovables con escala de gran generación, con la intención de contribuir al cambio de la matriz energética del país y a la reducción de emisiones de CO2.
Sus aprendizajes en el mundo laboral
Siempre ha buscado equidad de condiciones para ella y para las demás mujeres que trabajan en la misma empresa. Hace un tiempo solía ser notorio que recibiera menos reconocimiento, su esfuerzo tuviera que ser mayor y su salario fuera inferior al de hombres que tenían responsabilidades similares a las de ella. Hoy en día, eso hace parte de su pasado. No obstante, reconoce que si bien la situación ha mejorado, aún hace falta avanzar más en este aspecto.
Como anécdota laboral recuerda que una vez trabajando en planta, un electricista machista se negó a hacer una maniobra que ella le había ordenado hacer, porque sabía que se necesitaba mucha fuerza y ella no la podría ejecutar sola. Ella no se podía dejar de él, ya que perdería autoridad ante todo el equipo, así que decidió pedirle ayuda a una persona de servicios generales y la maniobra se llevó a cabo con éxito. Esta situación le enseñó que nunca podía sentirse inferior a un hombre y que podía pedir ayuda, en caso de ser necesario, para completar sus tareas.
Ser mentora de ingenieras
Blanca se siente un ejemplo para las niñas y las jovenes que están pensando en ser ingenieras, pero se enfrentan a estereotipos. Su consejo para ellas es que “sean conscientes de las ventajas que tenemos las mujeres en ciertas áreas para que las aprovechen y, darse cuenta de que también tenemos desventajas y es ahí donde más se debe trabajar porque claramente hay diferencias menores que debemos asumir positivamente”.
Hace un tiempo, decidió apoyar a jovenes como ella, de origen humilde pero con muchas ganas de salir adelante. Ha sido mentora de jovenes ingenieras en el proceso de dejar la universidad e insertarse en la vida laboral. “Yo tuve que dar ese paso sola pues, en mi familia nadie podía aconsejarme, dado que ninguno había llegado a ser profesional. Para mí ha sido satisfactorio poder ayudar a esas jovenes y estoy esperando que lleguen más para seguir guiándolas”.
Además, recientemente participó en un video del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para incentivar a más niñas a interesarse en ciencia y tecnología. Para ver el video ingresa aquí