Treinta estudiantes de los grados sexto a once del colegio El Carmen, ubicado en Guasca, Cundinamarca, visitaron el campus de la Universidad de los Andes y compartieron con estudiantes, investigadores y profesores de Ingeniería Industrial e Ingeniería Eléctrica y Electrónica tanto de pregrado como de posgrado. Esta actividad está enmarcada en el proyecto MISTI-Uniandes Fondo semilla (Seed Fund) 2017 titulado “Empowering Communities With 3D Printing and Semiconductor Technologies for Water Monitoring”, liderado desde MIT en Estados Unidos por el Dr. Luis Fernando Velásquez y en Uniandes por la Dra. Alba Ávila del departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica.
La jornada inició con una actividad de sensibilización alrededor del eje ambiental, donde los estudiantes del colegio enviaron un mensaje a su yo del futuro sobre la importancia de cuidar un recurso tan importante como el agua; enseguida, fueron divididos en dos grupos y se trasladaron a los laboratorios de la Universidad. Cada grupo tuvo la posibilidad de estar en las dos actividades propuestas. La primera era en la Sala Limpia, donde se trabajan proyectos relacionados con la impresión 3D; la segunda tenía que ver con desarrollos sobre el monitoreo, el análisis del pH y la conductividad eléctrica del agua con sensores impresos en 3D. Finalmente, participaron en una actividad sobre electrónica para el desarrollo, en la que debían proponer soluciones a alguno de los problemas de su región teniendo en cuenta lo que habían aprendido durante el día.
Es importante resaltar en estas actividades el compromiso de motivar a los estudiantes de Guasca y de la región del Guavio en aplicaciones de monitoreo de agua con el uso de tecnologías portables que integran manufactura aditiva. Se trata de espacios que acercan la ingeniería a las regiones, y donde se transmite el conocimiento y las experiencias desde todos los niveles de formación en la Facultad de Ingeniería a jóvenes de colegios. Además, vale la pena destacar que este evento se dio en el contexto de colaboración entre el MIT, el departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica e Ingenieros sin fronteras.
Yamile Ochoa, profesora del colegio El Carmen, comenta que “esta experiencia es muy interesante y enriquecedora por dos razones. La primera, la posibilidad que tienen los chicos del colegio de interactuar con ingenieros en formación o que ya están creando productos y preguntarles sobre lo que hacen; la segunda, abrir los ojos a nuevas experiencias. Ellos vienen de un entorno rural y estar en una Universidad les hace darse cuenta de que sí es posible cumplir el sueño de ser profesional”.
Por su parte, Ashley Beckwith, estudiante de doctorado en Ingeniería Mecánica en el MIT, sostiene que “lo más interesante de participar en este proyecto es ver cómo cada integrante del equipo está comprometido con el trabajo que se hace y aporta desde sus conocimientos”. Además, resalta el hecho de poder ver aplicadas en el mundo real las tecnologías trabajadas en un laboratorio. De igual forma, Carlos Pérez, ingeniero electrónico de la Universidad Industrial de Santander y ahora asistente graduado docente del departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la Universidad de los Andes, asegura que “la oportunidad de trabajar en proyectos con la profesora Alba Ávila le está permitiendo desarrollarse profesionalmente en lo que le apasiona: la investigación”.
De igual forma, el Dr. Jaime Andrés Pérez Taborda, investigador posdoctoral del departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica, manifiesta que este tipo de actividades lo animan a seguir haciendo investigación en el país, porque puede ver cómo se impacta desde la universidad, a través de la educación, la ciencia y la tecnología, a las distintas regiones. Según él, “es difícil entender la brecha que existe entre el colegio y la universidad, que es la misma que hay entre industria y academia. Se necesita una educación basada en STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) contextualizada y descentralizada que responda a las necesidades reales del país”.
Para concluir la jornada, los estudiantes del colegio participaron en las actividades de cierre del programa de “Ingenieros sin fronteras” liderado por el estudiante doctoral Andrés Acero y Catalina Ramírez, profesora asociada del departamento de Ingeniería Industrial, quien es una de las fundadoras de esta iniciativa que nació hace más de diez años entre un grupo de profesores de la Universidad de los Andes y de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, con el objetivo de que las clases salieran del contexto universitario y se llevaran a comunidades vulnerables o con oportunidades de desarrollo.“La idea siempre ha sido trabajar en proyectos inclusivos en los que quepan varias disciplinas, de ahí que el tema ambiental haya sido la constante. Una de las regiones en las que se ha generado una red importante es la zona del Guavio, donde queda ubicado el colegio El Carmen. Allí hemos trabajado con papás, profesores y agricultores de más de nueve municipios y la experiencia ha sido totalmente gratificante”, afirma Ramírez.
Entretanto, Laura Jurado, estudiante de pregrado en Ingeniería Industrial, confiesa que “trabajar con ingenieros sin fronteras te ayuda a tener claro el concepto de sostenibilidad en los proyectos. Ya no se trata solamente de ver si es económicamente viable o si compromete al medio ambiente, sino mirar también el impacto que genera en la comunidad en la que se va a implementar”.
Vea todas las fotos del evento aquí